Siempre que algo nos sale mal, pues no nos queda otra que sentarnos y ver dónde estuvieron los fallos, dónde estuvieron las cosas acertadas, y comenzar de nuevo.
De nada vale lamentarse ni quejarse. Revisamos lo sucedido, corregimos las acciones que se hicieron mal, aprendemos y procuramos que no se repitan y, ¿después que?
Comenzar de nuevo.
Y es que el único obstáculo que podemos encontrar y que no podremos atravesar, es aquél puesto por nosotros mismos.
Entonces, nos acordamos de aquella frase “querer es poder”, y de “no te preocupes, ocúpate”.
Recordemos esta cita famosa: “El hombre que pone el corazón en lo que hace, encuentra soluciones donde normalmente los perezosos e indolentes se dan por vencidos”.
Si te has caído y quieres levantarte….No vale quejarse….
Pon las manos en la masa y muévete…levántate, sigue adelante y vive, solo tu eres el dueño de tu vida DISFRUTALA, con tus errores y aciertos.
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