Es
tanta la distancia
que media entre el amor
y la
literatura,
que se
me hace difícil describir
una
emoción, un gozo... Desde esta realidad de perogrullo
¿cómo
podría describir
los
recorridos de una sangre
que se
altera y se enciende con los besos?
¿Cómo se puede describir
la
persuasión de una caricia
sobre
la piel, las puertas que abre
las
lluvias que concita,
los
vastos cataclismos que provoca?
Nuestros
cuerpos enamorados
recrean
sin cesar la sinfonía
gozosa
de la compenetración,
a la
que un canto pasional
no
puede aproximarse ni aun teniendo
todo el
poder de la palabra.
Las
dulzuras de un canto literario
pueden
ser acertados reflejos de la dicha,
pero la
dicha, propiamente,
es una
apoteosis gloriosa de lo vivo,
es
decir, vida
que se
nutre de la excelencia.
Precioso poéma..me dejas sin palabras, la dicha de un sentimiento vivo, pasional, vida que se nutre de la excelencia ni más ni menos!!!! Un beso preciosa ;)
ResponderEliminarGracias, asi es el reflejo de sensasiones de la dicha de un sentimiento vivo, sé que aunque liado y sin apenas dormir, siempre me lees, eres fantástico, gracias de nuevo..un beso;)
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