Mi yegua blanca

Con mi yegua blanca, llegaré hasta tu casa

vestidas las dos con encajes y gasas,

Cruzaré los ríos, subiré a las montañas

E iré atravesando campos de lavanda.

A mi yegua blanca, le tengo confianza

que me llevará por la ruta, donde vive la magia.

Sus delicadas crines son suaves y blancas

las despeina el viento y las besa el alba.

Su lomo ¡Tan suave! Se parece a mi almohada.

Me dejo llevar hamacada y sonriendo.

Travesía que de niña con ella soñaba,

con mis pies la azuzo desprovista de miedo.

Entraré al paraíso con mi yegua blanca

de sueños imposibles, que en mi mente descansan.

Llegaremos las dos adormiladas, exhaustas

Tú; vestido de azul y yo de color esperanza.

Beberé de tu fuente para mi iluminada

con gotas de rocío que regaló la mañana.

Y yo te abrevaré con poemas del alma,

inspirados por EPONA; mi yegua ¡tan blanca!

(EPONA: diosa celta de los caballos)